La Guerra Fría III.

Carrera Armamentística.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial, las dos potencias vencedoras disponían de una enorme variedad de armas, muchas de ellas desarrolladas durante el conflicto. Tanques, aviones, submarinos y otros navíos de guerra constituían las llamadas armas convencionales. No obstante, la desigualdad resultaba patente, o por lo menos eso les parecía a los estadistas. Antes de la Segunda Guerra Mundial, la URSS contaba con el mismo número de carros de combate que el resto de las naciones juntas, y superaba en aviones al conjunto de todas las demás fuerzas aéreasDespués del conflicto, la diferencia numérica no era tan abrumadora, pero aún resultaba ostentosa. Sin embargo, su flota no podía competir en condiciones de igualdad con la de Estados Unidos. Tras la Batalla de Midway quedó demostrada la importancia del avión y el portaaviones en los conflictos marítimos. La armada soviética disponía de muchos menos barcos de este tipo que la estadounidense, y además, sus naves eran de menor tamaño, y no disponían de cubierta corrida para operar dos aeronaves simultáneamente, por lo que su inferioridad resultaba manifiesta.
Para la URSS, más problemático aún que la falta de portaaviones era la falta de una red mundial de bases de aprovisionamiento abiertas durante todo el año. Mientras que Estados Unidos podía atracar sus buques en Nápoles, Rota, Hawái, Filipinas y muchos otros puertos más, la Unión Soviética no podía sacar sus barcos de puertos propios durante varios meses al año, pues sus puertos o estaban helados o podían ser fácilmente bloqueados por los aliados. Era el caso de la flota del Mar Negro, que debía atravesar los 800 metros del estrecho del Bósforo, que Turquía podía bloquear fácilmente.
En la aviación convencional, tanto en número como en calidad, los cazas y bombarderos soviéticos no solo estaban a la altura, sino por encima de los occidentales. Pese a que el Pentágono siempre afirmaba poseer aparatos superiores a los de cualquier otro país, los enfrentamientos vividos durante la Guerra de Vietnam, y posteriormente en la Guerra de la Frontera demostraron la igualdad, cuando no la superioridad, de los aviones soviéticos.
Pero eran las denominadas armas no convencionales las que llamaban poderosamente la atención: más poderosas, eficientes, difíciles de fabricar, y extremamente caras. La principal de estas armas era la bomba atómica. Al principio de la Guerra fría solo EEUU disponía de estas armas, lo que aumentaba significativamente su poder bélico. La Unión Soviética inició su propio programa de investigaciones para producir también tales bombas, algo que consiguió en cuatro años; relativo poco tiempo, ayudándose de espionaje. En un principio Estados Unidos centró sus investigaciones en perfeccionar el vector que transportara las bombas (misil o bombardero estratégico); pero fue cuando se supo que Moscú había detonado su primera bomba nuclear de fisión cuando se dio luz verde al proyecto para fabricar la bomba de hidrógeno, arma que no tiene límite de potencia conocido. Esto se logró en 1952, y la URSS la obtuvo al año siguiente.Pese a que la carrera iba muy pareja en el plano cualitativo no era lo mismo en el cuantitativo: contradiciendo a la preocupación occidental de aquella época, el ciudadano estadounidense y miembro del Instituo Thomas Watson, Sergéi Jrushchov afirma que en tiempo de la Crisis de los misiles de Cuba el poder nuclear estadounidense superaba al oriental en 10 veces o más.
Esta carrera armamentística fue promovida por el llamado Equilibro de Terror, según el cual, la potencia que se colocase al frente en la producción de armas provocaría un desequilibrio en el escenario internacional: si una de ellas tuviera mayor número de armas, sería capaz de destruir a la otra. No obstante, ya en el siglo XXI fuentes como The Times consideran que el esfuerzo soviético no se encaminó a superar al otro adversario, sino a alcanzarlo para, seguidamente, obligarlo a poner en práctica una estrategia defensiva no ofensiva (arrebatarle cuantos aliados pudiese conseguir).De esta misma opinión es Sergéi Jrushchov, quien afirma que la carrera estaba sólo en la mente de los occidentales, porque para los soviéticos se trataba de ir incrementando su arsenal y perfeccionando sus vectores (misiles, bombarderos y submarinos) según sus posibilidades, porque no podía igualar o superar a occidente.Esta desproporción parecen confirmarla hechos como que los misiles intercontinentales (ICBM) sólo comenzaron a estar a la altura de los estadounidenses, en lo que a operatividad y fiabilidad se refiere, hacia finales de los setenta. Tampoco los submarinos nucleares parecían poder medirse con los occidentales, como prueba la gran cantidad de accidentes que padecieron.

Carrera Espacial.
Uno de los campos que más se benefició con la Guerra Fría fue el área de la tecnología. En un principio no fue más que una campaña de imagen para desarrollar el programa de misiles balísticos intercontinentales. Como dijo Carl Sagan, lanzar una ojiva vacía o cargada de explosivos al espacio para recogerla en el Océano, no era especialmente espectacular. Pero si se trataba de un satélite, la cuestión resultaba diferente. Lo cierto es que lanzaderas como el Atlas que llevó a John Glenn no eran otra cosa que un misil.
Sin embargo, la carrera espacial se convirtió muy pronto en una forma de propaganda internacional. Por alguna razón que los estadounidenses no llegaban a comprender, la propia India, y después el Egipto de Nasser, parecían tener cierta afinidad por el comunismo. Pese a su superioridad económica, las nuevas naciones parecían decantarse por el comunismo (como era el caso de Indonesia a principios de los 50).
En la urgencia de mostrar su superioridad frente al rival, para atraer con ella a las ex-colonias, tanto EEUU como la URSS se esforzaron en mejorar sus lanzaderas, así como los productos derivados de sus adelantos tecnológicos. Ciertas tecnologías conocidas hoy (como algunos tejidos sintéticos) fueron fruto de esa carrera.
La carrera espacial se puede definir como una subdivisión del conflicto no declarado entre Estados Unidos y la Unión Soviética en el ámbito espacial. En 1957, los rusos lanzaron el Sputnik, primer artefacto humano capaz de alcanzar el espacio y orbitar el Planeta. En Noviembre de ese mismo año, los rusos lanzan el Sputnik II, y dentro de la nave, el primer ser vivo sale al espacio: una perra Kudriavka, de nombre Laika, que murió a las 7 horas de salir de la átmosfera.
Tras las misiones Sputnik, los Estados Unidos entraron en la carrera lanzando el Explorer I en 1958, pero la Unión Soviética consigue dar un paso gigantesco, al conseguir lanzar en 1961 la nave Vostok 1, tripulada por Yuri Gagarin, el primer ser humano en ir al espacio y regresar sano y salvo.
Fue entonces cuando la rivalidad aumentó hasta tal punto que el propio presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, prometió enviar estadounidenses a la Luna antes del fin de la década. Los soviéticos se dispusieron a vencer a los estadounidenses: las misiones Zond debían llevar humanos para orbitar la Luna, pero debido a fallos técnicos sólo consiguieron enviar misiones no tripuladas: Zond 5 y Zond 6 en 1968. Los Estados Unidos, por su parte, consiguieron enviar la misión tripulada Apolo 8 en la Navidad de 1968.
El próximo paso sería, naturalmente, posarse en la superficie de la Luna. La misión Apolo 11 consiguió realizar con éxito su tarea y Amstrong y Edwin Aldrin se convirtieron así en los primeros humanos en caminar sobre otro cuerpo celeste. Más tarde vendrían las misiones Apolo 12, 14, 15, 16 y 17 que repitieron la hazaña, llevando hasta un total de 12 personas hasta la superficie lunar hasta que en 1972, con el Apolo 17, el proyecto se dio por finalizado por falta de presupuesto; las misiones inicialmente previstas Apolo 18, 19 y 20 fueron canceladas
Crisis de los misiles de Cuba.
Esta crisis llevó al mundo al borde de la guerra nuclear. Después del fracasado intento de invasión de la Bahía de Cochinos en abril de 1961. En 1962, la Unión Soviética fue descubierta construyendo 40 silos nucleares en Cuba. Según Jrushchov, la medida era puramente defensiva, para evitar que los Estados Unidos intentaran una nueva embestida contra los cubanos. Por otro lado, era sabido que los soviéticos querían realmente responder ante la instalación estadounidense de misiles Júpiter II en la ciudad de Esmirna, Turquía, que podrían ser usados para bombardear el sudoeste soviético.
Jrushchov envió navíos de carga y submarinos transportando armas atómicas hacia Cuba. Un avión espía descubrió las rampas de lanzamiento, y Estados Unidos ordenó el envío de navíos hacia Cuba.
El 22 de octubre de 1962, Estados Unidos interceptó los transportes soviéticos y ordenó cuarentena a la isla, posicionando navíos militares en el Mar Caribe y cerrando los contactos marítimos entre la Unión Soviética y Cuba. Kennedy dirigió un ultimátum a la URSS: demandó a la URSS que detuviera esos navíos bajo amenaza de emprender represalias masivas. Los soviéticos argumentaron que no entendían por qué Kennedy tomaba esta medida cuando varios misiles estadounidenses estaban instalados en territorios de países miembros de la OTAN contra los soviéticos, en distancias idénticas. Fidel Castro adujo que no había nada de ilegal en instalar misiles soviéticos en su territorio, y el primer ministro británico Harold Macmillan dijo no haber entendido por qué no fue propuesta siquiera la hipótesis de un acuerdo diplomático.
El 23 y 24 de octubre Jrushchov habría enviado mensaje a Kennedy, informando de sus intenciones pacíficas. El 26 de octubre informó que retiraría sus misiles de Cuba si Washington se comprometía a no invadir Cuba. Al día siguiente, pidió además la retirada de los misiles balísticos Júpiter de Turquía. Dos aviones espía estadounidenses U-2 fueron derribados en Cuba y Siberia el 27 de octubre, justo en el ápice de la crisis. Ese mismo día, los navíos mercantes soviéticos habían llegado al Caribe y trataban de atravesar el bloqueo. El 28 de octubre, Kennedy fue obligado a ceder a las peticiones y aceptó retirar los misiles de Turquía y no agredir a Cuba. Así, Nikita Jrushchov retiró sus misiles nucleares de la isla cubana.
Cabe reseñar que Moscú no podía reunir los submarinos armados de torpedos con cabezas nucleares (hecho que no sería conocido hasta 2001) y cuya utilización habría provocado un conflicto atómico. El acuerdo, visto en perspectiva, fue ecuánime para ambos bandos: EUA consiguió que no se instalasen los misiles, y la URSS consiguió que se desmantelasen los misiles homólogos turcos, así como un compromiso de no agresión contra Cuba. A pesar de ello, políticamente el gran derrotado fue el líder soviético, percibido como débil al no saber mantener su posición frente a los estadounidenses. Sobre el asunto, el Secretario de Estado Dean Rusk comentó: "Nosotros estuvimos cara a cara, pero ellos titubearon". Dos años después, Jruschov no aguantó la presión y salió del gobierno. No obstante, Kennedy también fue mal visto ante los comandantes militares de EUA. El general LeMay dijo a Kennedy que este episodio fue la "mayor derrota de la historia estadounidense", y pidió que los Estados Unidos invadiesen inmediatamente Cuba. Jrushchov fue reemplazado en 1964 por Leonid Brézhnev.
Esta crisis dio nacimiento a un nuevo periodo: la distensión, señalada por la puesta en marcha del teléfono rojo -en realidad blanco-, línea directa entre Moscú y Washington, que aligeraría las comunicaciones en caso de otra crisis.
La Détente (1962-1979).
Durante las décadas de 1960 y 1970, tanto estadounidenses como soviéticos trataron de adaptarse a un nuevo esquema de relaciones internacionales en el que el mundo no estaba dividido meridianamente entre dos bloques opuestos. Tras la superación de la posguerra de la II Guerra Mundial, los países de Europa Occidental y Japón alcanzaron un crecimiento económico sostenido, estrechando el margen que los separaba de los Estados Unidos. Como consecuencia de la crisis del petróleo de 1973, y la unión de los países tercermundistas en organizaciones tales como la OPEC o el Movimiento de Países No Alineados, países tradicionalmente sumisos encontraron un lugar para favorecer sus intereses frente a los de ambas superpotencias.Los Tratados de No Proliferación
Artículo principal: Tratado de No Proliferación Nuclear.
El Tratado de No Proliferación Nuclear fue un consenso para evitar la proliferación de armas nucleares, firmado el 1 de julio de 1968. Este consenso fue alcanzado por la necesidad de regular la incipiente escalada nuclear de diferentes países, puesto que la aparición de nuevos países nuclearmente armados reducía efectivamente la seguridad de todo el planeta, multiplicando el riesgo de accidentes o uso no autorizado de este tipo de armas, o su uso en conflictos locales que podrían ser globales a través del mecanismo de escalada nuclear. El TNPN fue el eje que sustentó una serie de acuerdos para reducir el peligro de una guerra nuclear entre las superpotencias. Los tratados sobre no proliferación más significativos de las décadas de los '60 y los '70 fueron:
1963 - Tratado de prohibición parcial de ensayos nucleares: Impulsado por Kennedy, prohibía los test nucleares en la atmósfera, bajo el agua y en el espacio. Ni China ni Francia, ambas potencias nucleares, firmaron el tratado.
1968 - Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP): En primera instancia promovido por Irlanda, regulaba la posición de los Estados Unidos, la Unión Soviética, el Reino Unido, Francia y China como "Estados Nuclearmente Armados". El resto de países tenían prohibida la posesión, creación o adquisición de armas nucleares u otros artefactos nucleares.
1972 - Tratado ABM: Acuerdo bilateral entre Estados Unidos y la Unión Soviética para limitar el uso de misiles balísticos.
1972 - 1979 - Acuerdos SALT (SALT I y SALT II): Firmados por los Estados Unidos y la URSS tendentes a limitar la cantidad de armamento nuclear, y que prohibía los ensayos nucleares sobre tierra y en el mar.
1973 - Acuerdo de Prevención de Guerra Nuclear:Firmado por los EE.UU. y la URSS que vinculaba a ambas partes a consultarse en situaciones que pudieran desembocar en una guerra nuclear
Las razones para la distensión eran múltiples: Los Estados Unidos conocían dificultades financieras, y enfrentaban la Guerra de Vietnam. La URSS debía hacer frente a una producción agrícola estancada y necesitaba de ayuda económica exterior. La URSS soportaba la resistencia de la RPC (República Popular de China). La ruptura Chino-Soviética contribuyó a la instauración de una diplomacia triangular entre Washington, Moscú y Beijing.
Los dos grandes llevaron a cabo una lucha por instaurar su influencia en los países del tercer mundo. De 1964 a 1975. la Guerra de Vietnam los opuso indirectamente a través del Vietnam del norte comunista y del Vietnam del sur capitalista. En Oriente Medio se vivió la Invasión soviética de Afganistán en 1979.
Desde que en 1950, Robert Schuman. el ministro francés de origen alemán, pronunció su célebre declaración, ambos países son considerados como el motor de las Comunidades Europeas que ha dado origen a la Unión Europea.
En 1966, Charles de Gaulle, presidente de Francia, mantuvo sus ideales de nacionalismo francés y en contra de Estados Unidos, tomando distancia en relación a Estados Unidos, saliendo de la OTAN.
En 1969 Willy Brandt llegó a ser canciller de la RFA y se embarcó en una política de acercamiento al Este: la "Ostpolitik". Los dos estados alemanes se reconocieron mutuamente en 1972 y entraron a la ONU en 1973. El Muro de Berlín se volvía poco a poco más permeable.

El Movimiento de los No-Alineados.
Durante la guerra fría se vivieron distintos gobiernos en sudamérica apoyados directamente por Estados Unidos (La CIA), las dictaduras sudamericanas más recordadas y de más impacto son:
- Chile (1973) Golpe de Estado encabezado por Augusto Pinochet Ugarte contra el gobierno socialista de Salvador Allende Gossens, Pinochet gobernó hasta 1990.
- Argentina (1976) Golpe de Estado encabezado por Jorge Rafael Videla contra el gobierno demócrata de María Martínez de Perón (Isabelita), Videla gobernó hasta 1981.
Los No Alineados eran los países que estaban más preocupados por el crecimiento del marxismo en su país en vez de tener más atención al extranjero. Sin embargo, los países no alineados comenzaron carreras armamentistas para poder defenderse en caso de una Tercera Guerra Mundial.
Organización para la Unidad Africana.
La OAU se fundó en mayo de 1963 en Etiopía, bajo este pensamiento y con el objetivo de promover la unidad, la coordinación y la cooperación entre las naciones africanas, defender la independencia y la soberanía y la integridad territorial, y destruir todo tipo de colonialismo adhiriéndose a la Carta de la ONU. Con los esfuerzos de 39 años, la OAU libró a Africa del colonialismo y convirtió la independencia y la liberación en realidad.

La OPEP
(Organización de Países Exportadores de Petróleo) constituye hoy una de las principales agrupaciones mundiales cuya acción determina en cierta manera el curso de los acontecimientos económicos de los países de Occidente. El control que ejerce sobre los precios del petróleo y la unidad que hasta el momento han tenido sus decisiones, la han convertido en un poderoso instrumento de defensa de los intereses de los países productores de petróleo.
La Liga Árabe
La Liga fue creada en El Cairo, en 1945, y sus países fundadores fueron Egipto, Irak, Líbano, Arabia Saudí, Siria, Transjordania (Jordania, a partir de 1950) y Yemen, a los que se unirían más tarde Argelia (1962), Bahrein (1971), Comores (1993), Yibuti (1977), Kuwait (1961), Libia (1953), Mauritania (1973), Marruecos (1958), Omán (1971), Qatar (1971), Somalia (1974), Yemen del Sur (1967), Sudán (1956), Tunicia (1958) y los Emiratos Árabes Unidos (1971). La Organización para la Liberación de Palestina fue admitida en 1976. Egipto dejó de pertenecer a la Liga en 1979 a raíz de la firma del tratado de paz con Israel, con lo que la sede de la organización fue trasladada de El Cairo (Egipto) a la ciudad de Túnez. En 1987 los líderes árabes decidieron restablecer los lazos diplomáticos con Egipto, que fue readmitido en 1989 y la sede de la Liga volvió a trasladarse a su lugar original.

La Primavera de Praga.


Tumba de Alexander Dubček, líder de la Primavera de Praga.
Su principal impulsor fue Alexander Dubček, que bautizó a su sistema como Socialismo con rostro humano con el fin de retirar parte de la represión característica de estos regímenes, y ofrecer una alternativa válida al sistema soviético, pero siempre dentro del bloque comunista.
Fue un periodo en el que se intentó la liberalización política en Checoslovaquia. Duró desde el 5 de enero de 1968 hasta el 20 de agosto de ese mismo año, cuando el régimen, pese a no ser tan radical como el caso húngaro, fue depuesto tras la invasión del país por divisiones blindadas de la URSS y sus aliados en el Pacto de Varsovia, a excepción de Rumania. Las naciones de la OTAN no realizaron ninguna acción pese a las imágenes de los carros de combate y las llamadas de la radio checoslovaca.
Tras la invasión, el propio Dubček volvió a tomar el poder y a perseguir las disidencias, con la intención de que dicha persecución fuera lo más suave posible.

Mayo francés.
El "Mayo del 68" es el nombre dado a una serie de protestas estudiantiles y huelgas generales que provocaron la caída del gobierno de De Gaulle en Francia. La gran mayoría de los protestantes seguía ideologías de izquierdas, aunque las organizaciones políticas y sindicalistas de la izquierda tradicional trataron de distanciarse del movimiento. Las protestas se dirigieron especialmente al sistema educativo y laboral imperante.
Aunque el Mayo del 68 acabó por ser un relativo fracaso político, el impacto social fue muy importante. Espacialmente en Francia (y de manera menos evidente, en el resto del mundo occidental) la revuelta marcó el paso de una sociedad moralmente conservadora proveniente de aquellos que vivieron la II Guerra Mundial (basada en la religión, el patriotismo y el respeto por la autoridad) a una moral más liberal de la generación que nació tras la guerra (basada en la igualdad, la liberación sexual y el respeto por los derechos humanos)

Guerra de Vietnam.
Llamada también Segunda Guerra de Indochina y Guerra de Estados Unidos, fue un conflicto bélico que enfrentó entre 1958 y 1975 a los Estados de Vietnam del Sur y Vietnam del Norte, apoyados por sus respectivos aliados, y especialmente los Estados Unidos, que ayudaron directamente a los sudvietnamitas hasta su retirada en 1973, en el contexto general de la Guerra Fría.
Las facciones en conflicto fueron, por un lado, la República Democrática de Vietnam, con el apoyo de movimientos guerrilleros sudvietnamitas como el Viet Cong o Frente de Liberación Nacional (NLF, por sus siglas en inglés) y apoyo logístico soviético y chino. Por el otro lado, la República de Vietnam, con el apoyo militar y logístico de los Estados Unidos. En ayuda de los estadounidenses también participaron con tropas de combate Australia, Corea del Sur, Filipinas, Nueva Zelanda y Tailandia; mientras que Alemania, Irán, Marruecos, Reino Unido y Suiza contribuyeron con suministros, materiales y equipamiento médico. Otros contingentes testimoniales en apoyo de los EE.UU. fueron enviados por Taiwán y también España, que movilizó a un reducido grupo de médicos militares en misión sanitaria.
Tácticamente, la guerra se caracterizó por la ausencia de las tradicionales líneas de frente, salvo las que se establecían alrededor de los perímetros de las bases o campos militares, de manera que las operaciones se sucedieron en zonas no delimitadas, proliferando las misiones de guerra de guerrillas o de "búsqueda y destrucción", junto con acciones de sabotaje en las retaguardias de las áreas urbanas, el uso de la fuerza aérea para bombardeos masivos, y el empleo extensivo de agentes y armas químicas, constituyendo estos últimos flagrantes violaciones a diversas convenciones internacionales de guerra, que prohíben la utilización de armas químicas y biológicas.
La cobertura del conflicto realizada por los medios de comunicación permitió la denuncia de los frecuentes abusos de los derechos humanos y la brutalidad sobre la población civil por parte de los contendientes, alimentando la creciente oposición de la opinión pública internacional hacia la intervención norteamericana en particular.
Ante la contestación y división de la sociedad norteamericana, los acuerdos de paz de París en 1973 supusieron la retirada de las tropas estadounidenses y el cese de su intervención directa, pero no lograron poner fin al conflicto, que prosiguió hasta que en 1975, tras la toma de Saigón, se forzó la rendición incondicional de las tropas sudvietnamitas y la unificación del país, bajo el control del gobierno comunista de Vietnam del Norte, con el nombre de la República Socialista de Vietnam, el 2 de julio de 1976.
La guerra habría causado la muerte, según las fuentes, de entre 2 y 5,7 millones de personas, la mayoría de ellas civiles, y graves daños medioambientales.
Para los EE.UU. el conflicto resultó ser la confrontación más larga en la que participó el país desde su creación, y alimentó un sentimiento de derrota o “Síndrome de Vietnam” en muchos ciudadanos; sentimiento que se vio reflejado en el mundo cultural y la industria cinematográfica, así como en un repliegue en la política exterior hasta la llegada de Ronald Reagan, en 1980.

Reagan y la reactivación de la Guerra Fría.

Esferas de influencia global en 1959. En azul Estados Unidos y sus aliados, en azul claro se muestran las naciones que recibían ayuda de Estados Unidos. En rojo la Unión soviética y sus aliados. En celeste, las colonias europeas y en verde claro las naciones no alineadas.
Estado de las relaciones mundiales en 1980.
En 1975 los Acuerdos de Helsinki fueron firmados por 33 estados europeos incluidos la URSS (así como por Canadá y Estados Unidos). Los acuerdos debían permitir la cooperación entre los estados, la libre circulación de las personas, y el respeto de los derechos humanos.

Perestroika y Glasnost .
Hacia mediados de los años 1980 el modelo comunista de la Unión Soviética y sus satélites daba signos de colapso. Las crisis económicas internas eran disimuladas por el aparato oficial, pero el paquete de reformas emprendidas primero por Jrushchov y luego por sus predecesores habían destruido la economía soviética. En 1984, el entonces secretario general de la URSS, Mijaíl Gorbachov da comienzo a su política de Perestroika y de Glásnost, con la intención de que la apertura económica contribuyese a salvar el sistema y aliviase el enorme descontento social.

La Guerra de las Galaxias
Mientras, en Estados Unidos Ronald Reagan cambió la política militar en lo referente a la carrera armamentística. En lugar de aumentar el número de armas nucleares, se optó por crear nuevos misiles más precisos y potentes. También se decidió desarrollar una serie de escudos contra las armas nucleares enemigas, lo que suponía cambiar del ataque como único camino, a una defensa que dejara al enemigo sin armas de destrucción masiva. Para llevarlo a la práctica se destinó una colosal suma de dinero en dos frentes principales: por un lado la Iniciativa de Defensa Estratégica, más conocida como Guerra de las Galaxias, que desarrollaría nuevas tecnologías como el láser de rayos gamma o los misiles interceptadores. Por el otro se potenció la carrera espacial con la finalización del transbordador espacial, si bien es verdad que nunca se llegaron a igualar los presupuestos destinados a la NASA en tiempos del Programa Apolo.

Gorbachov y el fin de la Guerra Fría.

Reagan y Gorbachov fueron protagonistas del fin de la Guerra Fría
Al pulso tecnológico lanzado por Reagan y seguido por George H. W. Bush, Gorbachov trató de responder con un escudo parecido y un nuevo paso en la carrera espacial donde el cohete Energía y la lanzadera Buran fueron sus máximos exponentes. Pero la superioridad de la economía estadounidense (la Administración Reagan gastó 3.000 millones de dólares solo en el desarrollo conceptual del escudo antimisil) y lo atrasado de la tecnología rusa (los gastos de utilización del Buran lo hacían prohibitivo y terminó como atracción en un parque de diversiones) hicieron los objetivos inalcanzables lesionando aún más la ya delicada situación económica soviética.
El descontento social en la URSS, arrastró al modelo socialista de Europa Oriental y a la vez obligó a reformas políticas que tuvieron como consecuencia la disolución de la Unión Soviética (1991), la desaparición del bloque soviético y el fin del enfrentamiento bipolar entre estadounidenses y rusos. Se dio inicio a un corto periodo de hegemonía global por parte de los Estados Unidos, inaugurado con la Guerra del Golfo (1991).

La Guerra fría en otras latitudes.
La intervención estadounidense en la guerra fría se fraguó a través de apoyo político y económico a gobiernos militares de muchos países, contrarios a los procesos revolucionarios que apuntaban hacia el socialismo. Un ejemplo de esto lo encontramos en Guatemala, cuando por medio de una intervención de la CIA fue derrocado el presidente Jacobo Arbenz en 1954, interrumpiéndose así el proceso democratizador en Guatemala, e iniciándose un período de dictaduras militares que duraría hasta 1985. Otro ejemplo es el de Chile; con el gobierno de Salvador Allende, la Unidad Popular fue depuesta por el General Augusto Pinochet.
Del mismo modo, el intervencionismo del bloque oriental en asuntos latinoamericanos se produjo a través del apoyo a diversos grupos guerrilleros y armados en Bolivia, Colombia, Perú y otras naciones latinoamericanas. Este proceso se inició con el apoyo soviético al régimen socialista implantado por Castro en Cuba, quien a su vez dispensó apoyo a las guerrillas revolucionarias.

Sudeste asiático
1 de octubre de 1949: El partido comunista chino gana la guerra civil y proclama la República Popular China. Independencia de facto de Taiwán proclamada República de China. Amenaza de un nuevo conflicto neutralizada por la presencia naval estadounidense.
25 de junio - agosto 1950 : Ofensiva de las tropas norcoreanas en Corea del Sur.
27 de junio de 1950 : El presidente estadounidense Truman envía al ejército a socorrer a Corea del Sur después del llamado de la ONU.
Septiembre - Octubre 1950 : Contraofensiva estadounidense en Corea
Noviembre de 1950 - enero de 1951 : Respuesta de Corea del Norte, apoyada por China.
Marzo de 1951 : El frente se estabiliza.
27 de julio de 1953 : Las dos Coreas firman el armisticio.
agosto de 1954-Mayo de 1955 : Bombardeos intensivos a islas dependientes de Taiwán por China.
agosto-julio 1958 :Bombardeos intensivos de las islas de Quemoy y Matsu y enfrentamientos navales y aéreos entre la República Popular China y Taiwán; la presencia de la marina estadounidense impide el desembarco de tropas chinas continentales.
20 de diciembre de 1960 : Creación del Frente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur.
Agosto de 1964 : Escaramuzas entre las flotas estadounidense y norvietnamitas en el Golfo de Tonkín.
Marzo 1965 : Las fuerzas estadounidenses deciden la intervención.
Enero - febrero 1968 : Los norvietnamitas introducen 70.000 hombres en Vietnam del Sur.
Mayo 1968 : tienen lugar negociaciones entre las diferentes partes.
1971 : La República Popular China es admitida en la ONU y obtiene una plaza permanente en el consejo de seguridad, en reemplazo de Taiwán, que es excluido de la organización.
Febrero de 1972 : Visita de Richard Nixon a China Popular.
27 de febrero de 1973 : Acuerdos de París. Retirada de tropas estadounidenses.
17 de abril : Toma de Phnom Penh por los Khmers rojos.
30 de abril de 1975 : Saigón es tomada por los norvietnamitas.
25 de abril de 1976 : Elección de una asamblea nacional vietnamita.
junio de 1978: 70.000 soldados vietnamitas ocupan una zona fronteriza en el interior de Camboya.
1 de enero de 1979 :Estados Unidos a Pekín como capital de China al mismo tiempo que cierran su embajada en Taipéi.
7 de enero de 1979: Toma de Phnom Penh por tropas vietnamitas.
Febrero de 1979 : ofensiva militar china en Vietnam.
Setiembre de 1989 : Retirada de las fuerzas vietnamitas de Camboya.

Guerra fría en África
A partir de 1975, las guerrillas comunistas toman el poder en los países recientemente independizados del antiguo imperio colonial portugués en África (Angola y Mozambique). Iniciaron acciones militares contra Sudáfrica con el apoyo del ejército cubano, que devinieron en auténticas batallas, especialmente en Namibia, ocupada por el régimen racista de Sudáfrica (Apartheid). A partir de 1976 en Etiopía, el ejército soviético y las fuerzas cubanas intervinieron contra movimientos opositores a la dictadura de Mengistu Haile Maria. El ejército francés entabló acciones de desestabilización, como el salvamento de Kolwezi.

La Guerra Fría en la historiografía occidental.
Hay tres períodos definidos en el estudio de la Guerra Fría en Occidente: tradicionalista, revisionista y post-revisionista. Durante más de una década tras del final de la Segunda Guerra Mundial, pocos historiadores estadounidenses discutieron la interpretación "tradicionalista" acerca del comienzo de la Guerra Fría; la que sostenía que la ruptura de las relaciones fue resultado directo de la violación de Stalin de los acuerdos de Yalta, la imposición de gobiernos adictos a Moscú en la devastada Europa Oriental, la intransigencia soviética y el agresivo expansionismo soviético.
Sin embargo, posteriormente los historiadores revisionistas, especialmente William Appleman Williams en su obra de 1959 The Tragedy of American Diplomacy y Walter LaFeber en su obra America, Russia, and the Cold War, 1945-1968 (1967), señalaron una preocupación pasada por alto: el interés estadounidense en mantener una "puerta abierta" para el comercio estadounidense en los mercados mundiales. Se ha señalado por los revisionistas que la política de contención estadounidense expresada en la Doctrina Truman era equivalente a un intento de culpar al otro. Se indicaba como fecha de inicio de la Guerra Fría a las explosiones nucleares de Hiroshima y Nagasaki, interpretando el uso de armas nucleares por parte de los Estados Unidos como una advertencia (o velada amenaza) dirigida a una Unión Soviética que estaba a punto de entrar en guerra contra el ya derrotado Japón. Pronto los historiadores perdieron interés en la pregunta sobre el responsable de la ruptura de las relaciones soviético-estadounidenses, para señalar que el conflicto entre las superpotencias era en cierto modo inevitable. Esta aproximación revisionista al fenómeno de la Guerra Fría alcanzó especial auge durante la Guerra de Vietnam, en la que muchos observaron a los Estados Unidos y la Unión Soviética como dos imperios moralmente comparables.
En los últimos años de la Guerra Fría se hicieron esfuerzos para llegar a una síntesis post-revisionista, y desde el final de la guerra fría, la escuela post-revisionista ha llegado a ser predominante. Entre los historiadores post-revisionistas más destacados encontramos a John Lewis Gaddis y Robert Grogin. Más que atribuir la responsabilidad del inicio de la guerra fría a alguna de las superpotencias de entonces, los historiadores post-revisionistas se centran en temas como la mutua desconfianza, las mutuas falsas percepciones y reactividades, y las responsabilidades compartidas entre las dos superpotencias. Tomando elementos de la escuela realista de las relaciones internacionales, los historiadores post-revisionistas aceptan la política estadounidense en Europa, como la ayuda a Grecia en 1947 y el Plan Marshal.
De acuerdo con esta síntesis, la actividad comunista no fue el origen de las dificultades en Europa, sino que fue una consecuencia de los destructivos efectos de la Guerra en la estructura económica, política y social de Europa. En este contexto, el Plan Marshall reconstruyó un sistema económico occidental, frustrando el llamamiento político al radicalismo izquierdista.
En Europa Occidental, la ayuda económica terminó con la escasez de divisas y estimulo la inversión privada para la reconstrucción de postguerra. En los Estados Unidos, el plan sacó a la economía de una crisis de superproducción, y mantuvo la demanda por las exportaciones estadounidenses. La OTAN sirvió para integrar a Europa Occidental en una red de pactos de mutua defensa. De este modo, proporcionó salvaguardas contra la subversión, o al menos la neutralidad en bloque. Rechazando la percepción del comunismo como un monolito internacional caracterizado por agresivas alusiones al "mundo libre", la escuela post-revisionista sostiene que la intervención de los Estados Unidos en Europa fue una reacción contra la inestabilidad que amenazaba con alterar el equilibrio de poder en favor de la Unión Soviética, modificando el sistema político y económico occidental.

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